ACTIVIDAD CÁTEDRA DE ÉTICA Y VALORES


COLEGIO ALFONSO LOPEZ PUMAREJO


DOCENTE LUIS CARLOS SALAS URIBE

APRECIADOS ESTUDIANTES: DEBEN LEER EL TEXTO COMPLETO Y DESARROLLAR LOS PUNTOS QUE VIENEN AL FINAL, SON PREGUNTAS ABIERTAS PARA LAS CUALES DEBEN INTERPRETAR Y ARGUMENTAR. RESPONDER LAS PREGUNTAS EN EL CUADERNO Y TRANSCRIBIR EL TEXTO. DIOS LOS BENDIGA.

REFLEXIÓN COVID-19 EN NUESTRA VIDA COTIDIANA
Cuando el Covid-19 se cebaba en China y otros países del Asia oriental, la población europea miraba entre desconfiada y reticente las draconianas medidas de control social impuestas para reducir el número de contagios. “Los asiáticos son muy disciplinados, pero aquí no podríamos actuar así”, se comentaba a modo de justificación. 
En Occidente creíamos no estar dispuestos a ceder nuestros derechos y libertades hasta que descubrimos que en una plaga como esta, la responsabilidad individual es la única receta para reducir las consecuencias del desastre. Pero en Asia lo hicieron mucho antes: las experiencias de anteriores –y recientes– crisis sanitarias como el MERS o el SARS había dotado a los gobiernos de la experiencia y los recursos, y a la gente de la percepción de que solo una actuación responsable de cada persona evita el mal a la comunidad. 
Asia juega con ventaja: la idiosincrasia de las sociedades confucionistas, una religión/filosofía que terminó calando en otras religiones como el sintoísmo, el taoísmo y el budismo. El confucionismo prima tres virtudes: la misericordia, el cumplimiento de responsabilidades y el orden social. El ren, o principio ético central, viene a resumirse en la frase «No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti». Es decir, el individuo se pone al servicio del todo y de la comunidad por encima de sus intereses.
El colectivo es más importante que las personas y por eso no resultó complicado que la sociedad asiática asumiera como propias las recomendaciones de sus Gobiernos a la hora de preservar el bien común.
Eso también explica el civismo de ciertas sociedades, muy llamativamente en Japón o Corea del Sur, donde no se ven grafitis ni vandalismo, donde se respeta el bien común como si fuera –o constatando que es-–de cada uno de los miembros de la sociedad. Eso, pese a ser democracias. Los individuos disponen del mismo libre albedrío que en Europa, pero no se sienten tentados de abusar de él. En China o Corea del Norte el civismo es una obligación sagrada, y las consecuencias de un comportamiento no cívico son terribles para quien ose desafiar a la dictadura.

El sentido de la obediencia también es diferente en las sociedades asiáticas. En el confucionismo, la familia es un pilar del orden social y eso define mucho el respeto a la autoridad en todo Asia: son sociedades jerárquicas, donde se respeta el padre, al cabeza de familia, y esa tendencia a la sumisión termina siendo absorbida por la autoridad. Ello desemboca en una disposición a obedecer y respetar a la autoridad perdida en Occidente, donde el individuo cuestiona a las instituciones y se permite desobedecer o incumplir normas o consejos pese a las consecuencias que pueda implicar para el resto.
Pero esta crisis está cuestionando ese modelo eurocentrista donde creíamos estar por encima de otras culturas. Pensábamos no estar preparados para obedecer de forma ciega, y fue tan fácil como tomar conciencia del problema. Nuestros dirigentes nos reclutan como soldados para una guerra contra un enemigo invisible, que requiere sacrificios, implica muertos y desgaste sanitario y altera incluso los cimientos de nuestra normalidad, y la respuesta está siendo ejemplar. La gravedad de la situación nos ha hecho aparcar todos los matices y diferencias y la arrogancia de quien desconfía de los expertos y la autoridad.
Lo más fascinante es que el confinamiento y distanciamiento social se ha traducido en un amor al prójimo ilimitado. Nos saludamos en los balcones, nos aplaudimos, nos añoramos, nos buscamos en las redes sociales intentando sentirnos menos solos y más comprendidos. Cuando antes todo eran diferencias, hoy el rango de iguales se ha disparado, más allá de ideologías, nacionalidades, religiones o pasiones deportivas. Todos somos víctimas, rehenes de la pandemia. 
El coronavirus ha cambiado las prioridades, igualándonos en el riesgo y en el miedo, homogeneizándonos a todos, ya seamos miembros de la familia real o vivamos en una boca de metro. Quizás debamos apreciar que nos devuelva el rumbo moral y nos reorganice nuestras prioridades, recuperando virtudes como el altruismo, la solidaridad o la empatía, víctimas del capitalismo salvaje. Sé que es difícil, pero se puede ver en la desgracia una oportunidad para ser mejores y reforzar la sociedad de valores.
Cuestionario:
·         ¿Cuál es el tema principal del texto? ¿Qué conocimientos tienes acerca de este?
·         ¿Qué opinas acerca de las medidas de control social impuestas para reducir el número de contagios?
·         ¿Qué otras medidas de control crees que se den tomar para evitar la propagación del virus?
·         ¿Qué opinas acerca de esta frase? “Los asiáticos son muy disciplinados, pero aquí no podríamos actuar así “justifica tu respuesta.
·         ¿Estás de acuerdo con lo que expresa la siguiente frase? Si o no ¿Por qué? En una plaga como esta, la responsabilidad individual es la única receta para reducir las consecuencias del desastre.
·         El confucionismo es un tipo de religión formada por un conjunto de enseñanzas y doctrinas que fueron predicadas por el filósofo chino Confucio, en esta priman tres virtudes: la misericordia, el cumplimiento de responsabilidades y el orden social. Con tus propias palabras explica cada una y responde.
·         ¿Cuál crees que es la que más se ha incumplido durante la pandemia?
·         El civismo hace referencia al respetar los derechos de los demás y cuidar los espacios públicos y el medio ambiente. ¿cuáles crees que son las consecuencias de un comportamiento no cívico?
·         ¿Cuáles son las virtudes que debemos recuperar para hacer de esta sociedad una mejor? ¿cuál es la más importante? ¿por qué?                                                                                                                                                                    
·         pOCuéntanos acerca de tu comportamiento durante la pandemia. ¿cuáles son tus actividades más habituales? ¿con quien pasas la mayor parte del tiempo?
·         ¿Qué título le colocarías al texto anterior?
·         Escribe las palabras desconocidas e investiga su significado.
·         Escribe un mensaje a las personas que aún no han tomado enserio las medidas de control.


Realiza un cuadro comparativo.

Buenas conductas
Malas conductas









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